Te odian, se burlan de ti, te critican y te ridiculizan porque eres católico, porque te persignas públicamente, porque rezas el rosario. Nunca te aflijas ni te avergüences, Nuestro Señor también fue odiado y tratado con toda clase de crueldad, pero nunca se rindió. No seas como ellos y comiences a discutir e insultar, simplemente alégrate porque compartes el sufrimiento real de Cristo y que no te importe lo que digan.
PUBLICADO ANTES EN CATOLICIDAD
More Stories
Dos sugerencias para mejorar las investigaciones de abusos en la Iglesia
Obispo californiano exime del precepto dominical a los inmigrantes que temen redadas
Un sacramental que pasa desapercibido: el anillo de bodas, «infrautilizado» como fuente de gracia