Los actos más heroicos fueron auspiciados por una descarga de entusiasmo que se apoderaba del hombre y lo transformaba por un momento en alguien más grande que él mismo, que lo elevaba a cimas de su propio espíritu hasta entonces desconocidas.
Los actos más heroicos fueron auspiciados por una descarga de entusiasmo que se apoderaba del hombre y lo transformaba por un momento en alguien más grande que él mismo, que lo elevaba a cimas de su propio espíritu hasta entonces desconocidas.
More Stories
Cuidar a los enfermos, misión de Cristo
La mayoría de las «iglesias» protestantes de EE.UU apenas ejercen la disciplina formal a sus miembros
La justicia australiana revoca una orden de censura de un mensaje contra la ideología de género