28/03/2024

Quitar el reclinatorio, signo de dejar de dar a Dios la reverencia que merece

Hemeroteca Laus DEo06/11/2019 @ 19:01

 

La gran desacralización que se da en los sectores más modernistas de la Iglesia se nota en los pequeños detalles aparentemente, pero que acaban teniendo una importancia vital en el proceso de demolición de la fe.

El hecho de quitar el reclinatorio en muchas de parroquias hace que se produzcan largas filas de personas comulgando de pie, como se puede ver en la imagen de portada contrastando con la solemnidad que tiene el reclinatorio a la hora de recibir el sacramento eucarístico.

Y lo peor de todo es que se haya normalizado el comulgar de pie y la gente se acostumbre a hacerlo como si fuese la cosa más natural del mundo. Es más muchas veces el que se arrodilla para comulgar es visto como un fanático extravagante que quiere dar la nota. El sacerdote no se puede negar nunca a dar la comunión de rodillas, como desgraciadamente ha pasado en numerosas ocasiones.

Para recibir al Señor la postura más lógica y conveniente es de rodillas. Para ello en muchas iglesias siempre ha habido reclinatorios fijos para la comunión, que es lo ideal. Ahora hay reclinatorios movibles, que al no estar fijos siempre hay más peligro de que no se pongan. Y sólo aquellas personas mayores o enfermas, que no se pueden arrodillar, podrían comulgar de pie o incluso sentados.

En la hora de la comunión se ve muy claro, pero también hay momentos como la hora de la consagración en los que hay que estar de rodillas. Si no hay reclinatorio son pocas las personas que se arrodillan en el suelo desnudo y casi todos acaban también permaneciendo de rodillas en la hora de la consagración.

Para la adoración eucarística es igualmente la postura connatural estar de rodillas ante la majestad de Dios. Si no hay reclinatorios acabaremos tomando la costumbre de rezar sentados y así poco a poco el hombre deja de caer en la cuenta que la posición natural para rezar es de rodillas.

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